Una cucharadita de sol

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Una cucharadita de sol

Extraño una cucharadita de sol
cálida como un beso en la mejilla
fresca como el despertar en casa después de un largo viaje
y que trae paz, como ver a niños jugando
en algún parque.

Un parque que se siente como un recuerdo lejano
y sus verdes colores, como un mito.
Ahora miro por la ventana,
como un niño ve la vitrina de una dulcería.

Pero, aunque los días pierdan sentido
la casa vuelve a ser un hogar,
que por la mañana tiene los olores del café
y por la tarde los de algún pastel.

Volvemos a reír juntos
– aunque las cosas no estén bien –
me vuelvo a sentir yo
– aunque por las noches me embriague de recuerdos –

Así que no queda más que esperar
por una cucharadita de sol
y a que pase lo peor.

Luis Angel Ortega ©